(EFECOM).- El gobierno cubano prioriza sus vínculos con inversores de Venezuela, su principal socio y aliado político, y China, aunque estimula también negocios con empresas de otros países con prestigio mundial, según los expertos.
"La política actual de la inversión extranjera prioriza los vínculos con inversionistas de países seleccionados, especialmente de China y Venezuela", señala un informe del Centro de Estudios de la Economía Cubana al que tuvo acceso Efe.
Así, a finales de 2005, el 40% de las propuestas de oportunidades de inversión estaban dirigidas a atraer a potenciales inversores chinos y el 70% de los proyectos en fase de negociación se vinculaban con empresas chinas y venezolanas.
En el caso de Venezuela, el documento destaca la buena marcha de las inversiones de ese país en Cuba, aunque advierte también de que, a pesar de las estrechas relaciones políticas entre La Habana y Caracas, "siempre existe el peligro" de que algunas inversiones no lleguen a concretarse.
Tras los acuerdos firmados entre los líderes de Cuba, Fidel Castro, y Venezuela, Hugo Chávez, en abril de 2005, las empresas mixtas han proliferado en distintos sectores, como construcción, con la Constructora Alba; petróleos, con PDVSA-Cuba y PDV-Cupet, o naval, con Astimarca.
También se creó el Banco de Exportación y Comercio de Cuba en Venezuela, filial del Banco Exterior de Cuba, y el Banco Industrial de Venezuela en Cuba, filial del Banco Industrial de Venezuela.
Además, se encuentran en fase de negociación empresas mixtas para otros sectores, como transporte, con Transalba y Ferrolasa, correos y seguros.
No obstante, el informe subraya que la actual política del gobierno cubano no excluye estimular negocios con empresas de otros países con prestigio internacional que puedan llevar a la isla tecnologías y capital para el desarrollo de bienes de consumo, que han sido hasta ahora los más rezagados en el proceso de reanimación de la economía local.
El desarrollo de una industria de producción de bienes de consumo, continúa el documento, permitiría general empleos e impulsar el aprendizaje de una cultura empresarial.
El informe subraya que en 2005 se mantuvo la tendencia de la desaparición de empresas extranjeras en Cuba en el marco de un proceso de reorganización interna, aunque se mantuvieron buenos niveles de beneficios y mejoraron los índices de eficacia.
Al término de 2005, en Cuba se contabilizaban 258 asociaciones con capital extranjero, una cifra muy inferior a las 403 que había en 2002, y apenas 103 contratos de producción cooperada, muy por debajo de los 441 de 2003. EFECOM
"La política actual de la inversión extranjera prioriza los vínculos con inversionistas de países seleccionados, especialmente de China y Venezuela", señala un informe del Centro de Estudios de la Economía Cubana al que tuvo acceso Efe.
Así, a finales de 2005, el 40% de las propuestas de oportunidades de inversión estaban dirigidas a atraer a potenciales inversores chinos y el 70% de los proyectos en fase de negociación se vinculaban con empresas chinas y venezolanas.
En el caso de Venezuela, el documento destaca la buena marcha de las inversiones de ese país en Cuba, aunque advierte también de que, a pesar de las estrechas relaciones políticas entre La Habana y Caracas, "siempre existe el peligro" de que algunas inversiones no lleguen a concretarse.
Tras los acuerdos firmados entre los líderes de Cuba, Fidel Castro, y Venezuela, Hugo Chávez, en abril de 2005, las empresas mixtas han proliferado en distintos sectores, como construcción, con la Constructora Alba; petróleos, con PDVSA-Cuba y PDV-Cupet, o naval, con Astimarca.
También se creó el Banco de Exportación y Comercio de Cuba en Venezuela, filial del Banco Exterior de Cuba, y el Banco Industrial de Venezuela en Cuba, filial del Banco Industrial de Venezuela.
Además, se encuentran en fase de negociación empresas mixtas para otros sectores, como transporte, con Transalba y Ferrolasa, correos y seguros.
No obstante, el informe subraya que la actual política del gobierno cubano no excluye estimular negocios con empresas de otros países con prestigio internacional que puedan llevar a la isla tecnologías y capital para el desarrollo de bienes de consumo, que han sido hasta ahora los más rezagados en el proceso de reanimación de la economía local.
El desarrollo de una industria de producción de bienes de consumo, continúa el documento, permitiría general empleos e impulsar el aprendizaje de una cultura empresarial.
El informe subraya que en 2005 se mantuvo la tendencia de la desaparición de empresas extranjeras en Cuba en el marco de un proceso de reorganización interna, aunque se mantuvieron buenos niveles de beneficios y mejoraron los índices de eficacia.
Al término de 2005, en Cuba se contabilizaban 258 asociaciones con capital extranjero, una cifra muy inferior a las 403 que había en 2002, y apenas 103 contratos de producción cooperada, muy por debajo de los 441 de 2003. EFECOM
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