Ginebra, 25 jul (EFE).- Un día después de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) suspendiera por falta de acuerdo las negociaciones de la Ronda de Doha, dos de sus principales actores, la UE y EEUU, han entrado en un cruce de acusaciones sobre quien tiene la responsabilidad de ese fracaso.
El director general de la OMC, Pascal Lamy, calificó hoy de "grave" la situación tras la suspensión de las negociaciones de la Ronda de Doha, y dijo, en declaraciones a una radio francesa, que sería "aún más grave" si los países no las reanudasen después de un período de reflexión.
Lamy suspendió el lunes esas conversaciones, ante la incapacidad de los mayores socios comerciales para llegar a un acuerdo sobre las reducciones de las subvenciones agrícolas internas y de los aranceles agrícolas e industriales."Lo que deseo es que la gravedad de la situación sea entendida por los diferentes actores y que éstos vuelvan" a la mesa después de haber cambiado "de posición y de táctica", consideró Lamy.
La Ronda de Doha, que se lanzó en 2001 y que se pretendía concluir a fines de 2006, busca profundizar en la liberalización comercial de agricultura, industria y servicios, entre otros, y que sus principales beneficiarios sean los países en desarrollo.
Pero mientras el director general de la OMC hacía esas recomendaciones, Bruselas y Washington intercambiaron hoy mutuas acusaciones sobre a quien hay que adjudicarle el peso del fracaso.La Misión de EEUU ante la OMC en Ginebra emitió un comunicado en el que señalaba que otro previo de la Unión Europea (UE) era "falso y engañoso", por responsabilizar a Washington del fracaso de unas negociaciones con múltiples altibajos en su historia.
"La UE acusó (el lunes) a EEUU de haber fracasado en mostrar flexibilidad en las negociaciones agrícolas de la Doha", señala ese comunicado, en el que también se dice que en ese intento de "desviar las responsabilidades" es "falso y engañoso".En Bruselas, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, reiteró hoy que "EEUU, lamento decirlo, no mostró flexibilidad en el asunto de los subsidios internos en agricultura".
"Lo lamento, aunque entiendo las consideraciones políticas internas que han influido en la posición de EEUU. El resultado es que pidieron mucho a los demás, haciendo ellos mismos muy poco", agregó.
Mandelson, quien señaló que esa postura no era para él una "definición de liderazgo", consideró que ahora Washington "parece decirle al resto del mundo: tenemos razón y ustedes están aislados".Tras este cruce de acusaciones, las dos mayores potencias comerciales del mundo han entrado en una dinámica que, según algunos expertos, no puede sino enturbiar aún más una situación que Lamy definió como "muy seria" y con la que "todos perdieron".
La Misión de EEUU ante la OMC reitera que su país presentó en octubre pasado una oferta amplia en agricultura para sacar adelante las negociaciones."Incapaz de apoyar la propuesta estadounidense por la oposición sustancial de Francia y otros estados miembros con intereses agrícolas, la UE intentó, alternativamente, criticar la proposición de EEUU por demasiado débil o demasiado ambiciosa", agregó.
En París, el Ministerio de Exteriores francés lamentó la suspensión de estas negociaciones y subrayó el papel positivo de la OMC para unas relaciones económicas "equilibradas", dijo el portavoz del departamento, Jean-Baptiste Mattéi.
Para Francia el fracaso en las negociaciones obliga a que la comunidad internacional reflexione sobre las causas del desacuerdo, según el diplomático, quien apuntó que uno de los elementos determinantes ha sido "focalizar" las conversaciones en el ámbito agrícola, donde los intereses eran divergentes.Otro país que se sumó a las críticas hacia EEUU fue India.
Así, su ministro de Comercio, Kamal Nath, destacó las enormes distancias que en este terreno separan a Delhi y Washington."Hay grandes diferencias entre nuestro punto de vista y el de EEUU. Ellos no trajeron nada a la mesa", afirmó Nath, al tiempo que insistió en que no es aceptable que EEUU acceda al mercado indio y al de otros países en desarrollo para sus productos agrícolas subsidiados "a costa de la seguridad de nuestros agricultores".
Por otra parte, desde las organizaciones no gubernamentales, activistas antiglobalización, como el líder agrario francés, José Bové, expresaron su satisfacción por ese fracaso.Bové, que se entrevistó hoy en Ginebra con Lamy en representación de la coalición agraria Vía Campesina, expresó su reivindicación de que tras ese fracaso, "la OMC ya no debe regular el comercio agrícola entre países, que sólo representa el 10 por ciento de la producción mundial agrícola".La patronal empresarial europea UNICE y el COPA-COGECA, que agrupa a los agricultores europeos, lamentaron en Bruselas la suspensión de estas negociaciones.
La Unice manifestó, en un comunicado, que el fracaso en la Ronda de Doha es "inaceptable", pues con la globalización de la economía, los acuerdos multilaterales son la "columna vertebral" del comercio internacional en agricultura, industria y servicios.
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